Líder: Señor Dios, para San José Freinademetz nuestra santa fe fue una convicción gozosa que se convirtió en el fundamento de una vida preparada para el sacrificio en tu servicio.
Respuesta: Por su intercesión, que también nosotros desarrollemos una fe fuerte que nos preparará para una vida de sacrificio en su servicio.

Líder: Señor, has elegido a san José para llevar la buena noticia de la salvación a sus hermanos y hermanas en China.
R/. Ayúdanos a discernir nuestra vocación con cuidado y seguirla fielmente como lo hizo San José.

Líder: Señor Jesucristo, enseñaste a tus discípulos, incluido San José, a orar y les diste un ejemplo de unión íntima con Dios, tu Padre celestial.
R/. Enséñanos también a orar y así con la ayuda del Espíritu Santo a mantenernos unidos a ti y a tu Padre celestial.

Líder: Señor Jesús, Misionero enviado por el Padre, tu misionero San José, al imitar tu ejemplo se ha convertido para nosotros en un modelo de celo para llevar a las personas a la salvación.
R/. Danos también un celo ardiente para ganar gente para ti.

Líder: Jesús, San José sirvió a la gente de South Shantung con amorosa bondad, porque sabía que amar al prójimo es parte del gran mandamiento.
R/. Te pedimos humildemente que nos ayudes a adquirir un amor tan grande por el prójimo para que nosotros también podamos ir voluntariamente a tierras lejanas y servir a nuestros hermanos y hermanas necesitados allí.

Líder: Jesús, tu misionero San José combinó maravillosamente el celo con la prudencia en su obra misional.
R/. Ayúdanos también a ser muy celosos y, sin embargo, prudentes en nuestro servicio para ti y tu pueblo.

Líder: Jesús, siguiendo tu ejemplo, San José no dudó en aceptar la pobreza y la privación en su obra misionera.
R/. Enséñanos igualmente para aceptar condiciones, que no siempre son ideales, y exigir sacrificio.

Líder: Jesús, hiciste pasar a San José por la escuela del sufrimiento por tu nombre y así lo ayudaste a practicar la virtud heroica.
R/. Ayúdanos a no negarnos a pasar por esta misma escuela para que nosotros también podamos convertirnos en heroicos a tu servicio.

Líder: Jesús, has dado una recompensa eterna y gloria celestial a San José por su servicio misionero.
R/. Danos la gracia de estar contigo y con él en el cielo cuando hayamos terminado nuestra tarea asignada en la tierra. Amén

Fuente: SVD Vademecum2009, página 99, # 110.4