ORACIÓN INICIAL

Dios de justicia, te pedimos por los trabajadores del campo, de las fábricas, de los hospitales, hoteles y oficinas. Que su trabajo esté a salvo del peligro y el miedo. Que su labor los sostenga a ellos y a sus familias con equidad y dignidad.

Dios del perdón, nos arrepentimos de nuestra ignorancia, nuestra apatía y la codicia que nos ciega ante la difícil situación de muchos de nuestros hermanos y hermanas. Haznos conscientes de las luchas de los trabajadores en condiciones inseguras, por muy poco dinero, durante demasiadas horas.

Ayúdanos a crear trabajos donde no haya explotación. Libéranos para que podamos dedicarnos con todo el corazón a una visión de la vida con mayor seguridad, dignidad y sostenibilidad para todas las personas. Amén.

Lectura bíblica: 2 Cor. 4: 6-7

“Porque es el Dios que dijo: ‘Que la luz brille de las tinieblas’, quien  resplandece en nuestros corazones para dar la luz del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo”. Tenemos este tesoro en tinajas de barro, para que quede claro que este poder extraordinario pertenece a Dios y no proviene de nosotros. Le pedimos a Dios que escuche todas nuestras oraciones y conceda lo que pedimos, de acuerdo a Su voluntad:

Peticiones

• Por todos aquellos atrapados en la pobreza, dales una vida de libertad y plenitud.
• Por todos aquellos con ingresos insuficientes,que puedan generar empleos y nuevas formas de ganarse la vida.
• Por las naciones en desarrollo agobiadas por diversos problemas, libéralas y pon fin a sus angustiosas cargas.
• Por los países y comunidades desesperados por ayuda, concédeles la ayuda generosa de quienes pueden hacerlo sin poner condiciones.
• Para los 36 millones de personas que no pueden desarrollar su potencial dado por Dios porque están esclavizados, haz que sus captores cambien de opinión para que puedan ser liberados.
• Y para todos los que estamos aquí, conscientes de los problemas, danos la valentía que nos impulse a defender la justicia y a buscar soluciones.

DIOS DE COMPASIÓN, te rogamos que nos guíes en tu camino de gran poder. Recuérdanos que nos dejaste tus riquezas y dejaste a un lado tu majestad para ayudar al pobre, el perdido y el quebrantado. Nos enseñaste una nueva forma  de ser líder, arrodillándose ante lo impuro para limpiarlo y bendecirlo. Permítanos ser como Tú. Te pedimos que escuches nuestras oraciones, concediéndose tu luz y amor. Amén.