Hijos, estos son héroes de la fe que lo entregan todo por el buen Dios, estas palabras de
Gerhard Janssen tallaron y moldearon significativamente el corazón tierno y el alma del niño
Arnoldo (Cf. Fischer, Hermann, Vida de AJ, 17). Así, más tarde también tuvo su impacto
profundo en la espiritualidad misionera de nuestro Fundador y de toda la familia espiritual
arnoldina.

Era costumbre de la familia Janssen que Gerhard leyera con gusto las vidas de los santos: de
Matthäus Vogel Heilige Legenden, Leben und Geschichten der Heiligen Gottes, dedicado a las
misiones parroquiales. Solía leer, sobre todo, en las tardes de invierno y hablaba con
entusiasmo de los misioneros. En consecuencia, Arnold alimentó una gran admiración por
ellos, durante toda su vida. Encontró un gran apoyo en el párroco y en varios sacerdotes
amigos, que le prestaron libros piadosos, especialmente sobre las vidas de los santos.
Durante su estadía como profesor en la escuela secundaria de Bocholt, el P. Arnoldo propuso a
sus compañeros sacerdotes realizar una lectura espiritual, de quince minutos durante la
comida, quizá fue la inspiración para la futura creación de la oración del cuarto de hora. Leían
principalmente los escritos de Ana Catalina Emmerich (Vol. II: 21) y las vidas de los santos.
Solía ​​escribir a sus padres un resumen de lo que iba encontrando en dichas lecturas de la
historia de los santos.

En la historia de los santos, Arnoldo fue descubriendo gradualmente una manera muy práctica
de responder al desafiante llamado de la necesidad misionera mundial. Digamos que él caminó
por los caminos de los santos y los vio como modelos y quería seguirlos, por eso debía
conocerlos bien. Aumentaron en él su amor y su agradecimiento a Dios.
Aunque todos los santos fueron modelos, el P. Arnoldo compuso pequeñas tarjetas impresas
para intercambiar entre los orantes a fin de ayudarlos a meditar los misterios del rosario. En
estas oraciones fomentaba la práctica de una virtud concreta e incluía una larga lista de
invocaciones a varios santos. El catálogo de santos estaba ordenado según determinadas
categorías. Su excepcional conocimiento hagiográfico se revela en la siguiente lista de beatos y
santos para el quinto misterio del rosario. Después de mencionar a los evangelistas, a los
escritores del Nuevo Testamento y a los maestros de los tiempos apostólicos, continuó con los
santos defensores de la Iglesia perseguida y denigrada: Basilio, Gregorio, Crisóstomo,
Jerónimo, Cirilo, Epifanio, Efrén, Juan de Damasco, Atanasio, Agustín y Fulgencio de Ruspe; los
grandes santos maestros de la Iglesia en Italia: Ambrosio, Pedro Crisólogo, León Magno,
Gregorio Magno, Damián, Aurelio, Tomás, Buenaventura y Alfonso; los predicadores de la
penitencia en España y en Francia: Vicente Ferrer, Juan de San Facundo, Isidoro, Hilario y
Bernardo, y en Italia: San José de Cupertino, Antonio, Bernardino, Cayetano, Jerónimo,
Leonardo (Vol. II: 92 ) y Pablo; y en Alemania, Polonia y Hungría: Norberto, Jacinto, Juan de
Capistrano, Canisio y Lorenzo.

En los Estatutos de 1876/8, Arnoldo se refirió a las cuatro grandes órdenes misioneras: los
benedictinos, los dominicos, los franciscanos y los jesuitas, junto con la veneración de
destacados misioneros de estas órdenes (Francisco Javier S.J. Francis Solano O.F.M., Louis
Bertrand O.P., el franciscano y mártires jesuitas en Japón, Peter Claver S.J., Gabriel Perboyre,
C.M., y otros). Arnoldo atesora como modelo de humildad a San Francisco de Asís
Estamos llamados a la santidad (Mt 5, 48; LG 41). Este llamado universal a la santidad nos insta
a familiarizarnos con las vidas de los santos. El amor hacia ellos nos abre a estar más
disponibles a la gracia divina. Este camino tras las huellas del Fundador, hacia muchos santos,

revela su profundo anhelo espiritual de santidad y su gran capacidad para ponerlo en práctica.
Al igual que el P. Arnoldo, encontremos paradigma e inspiración en los santos patronos de
nuestras congregaciones y también en los santos de los últimos tiempos.
(Cf. MIOTK, A., Misionero incansable de la Palabra y del Espíritu, Roma, 2021, 323-71).

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Saju George Aruvelil, SVD es de la India. Es uno de los primeros OTPs que ha ido a Argentina. También allí terminó sus estudios teológicos para el sacerdocio. Luego comenzó su servicio en el área de la educación en nuestras instituciones SVD. Licenciado en Espiritualidad por la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid. También tiene un doctorado en Teología de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, Buenos Aires. También ayuda en la formación de laicos y candidatos religiosos. Da retiros y dirige talleres de espiritualidad y de liderazgo, seminarios, etc. Tiene un programa de radio y escribe en un periódico local. Actualmente es un promotor del Movimiento Laudato Si para el cuidado de la Tierra, junto con sus actividades de pastoral parroquial.