¡Ven, El Espíritu Santo permite que la vida renazca e inflame con tu fuerza a los incapaces de amar.

¡Ven! Transfórmanos en comunidades misioneras, capaces de salir y caminar entre los pueblos, anunciando la Buena Nueva de Jesús con nuestra vida.

¡Ven! Asegúranos con tus dones. inspíranos, purifícanos y fortifícanos en nuestro intento de crecer y hacer la vida más justa y humana.

¡Ven! Enriquecernos con una nueva fuerza, para que podamos ser profetas en la historia.

¡Ven! Haznos personas de fe, presentes en las luchas y dolores de la humanidad.

¡Ven! Para que aprendamos a escuchar con nuestro corazón.

Rompe, oh Espíritu Santo, los lazos que nos impiden encontrar el camino del perdón, del compartir y la paz.

Que los sentimientos de sensibilidad y los gestos de solidaridad no se duerman en nosotros.

¡Ven! Permítanos darnos cuenta de que Tú, eres el regalo del padre, el que nos escucha y despierta nuevas relaciones, porque somos el fruto del aliento invisible de Dios.

¡Ven! Derrama tu ternura y tu luz. para que aprendamos a ser, a vivir y a compartir, creando lazos de comunión fraterna.

¡Ven! Edúcanos y haznos darnos cuenta de que la vida es una escuela. 

Recrea con nosotros y en tu fortaleza, seremos fuentes de amor. 

¡Ven! Quédate con nosotros. Amén.

Original en portugués en el libro “Orações Vocacionais e Missionárias” Missionárias Servas do Espírito Santo – Brasil