DIOS, VERDAD ETERNA, PADRE-MADRE FUENTE DE AMOR:
Vos, que desde toda la eternidad llamas a la vida y nos convocas a tu encuentro,
despierta con tu voz el corazón y la mente de los jóvenes;
que perciban tu inagotable amor y te correspondan sin miedo
con la entrega total y generosa de sus vidas.

DIOS, SALVACIÓN Y FORTALEZA NUESTRA, VERBO DIVINO:
Suscita en tu Iglesia, jóvenes oyentes de tu voz, apasionados por tu reino, profetas fuertes, sensibles al dolor del mundo,
apasionados por la humanidad, defensores de su dignidad,
servidores de la justicia, y constructores de la paz.

DIOS, BONDAD INFINITA, ESPÍRITU SANTO:
¡Haz de nosotros testigos verdaderos!
líbranos de ser discípulas y discípulos mediocres y mezquinos.
Cada día nos centramos en Tí, para ser con nuestra vida:
Palabra tuya y Evangelio vivo para nuestros jóvenes

DIOS UNO Y TRINO, SEÑOR DE LA VIDA:
Como lo hiciste en San Arnoldo Janssen, realiza en y a través nuestro, tu obra.
Hemos escuchado tu voz…  y como Abraham, Sara, Moisés, Miriam, David, Esther, Pedro, María, te decimos:
¡Sí, Señor! Quiero ser tu testigo, transparencia tuya, allí donde tú me quieras.

AMÉN.