Introducción

El P. Arnoldo Janssen, de niño observaba cómo sus padres hacían prácticas devocionales durante el Adviento. Desde temprana edad Arnoldo conocía el valor de la renuncia y de la abstinencia. Sabemos que los integrantes de la Casa Fundacional observaban abstinencia de carne tres días durante la semana. Esta rigurosa práctica de la austeridad fue derogada en el primer Capítulo General (1884-86).

El pesebre: Arnoldo, como los demás niños de su tiempo, contemplaba el pesebre con interés. Fue para él una lección. Es decir, encontraba en José y María la colaboración de la entrega desinteresada al plan de Dios en la encarnación del Verbo Divino. El Infante Jesús en la cuna del pesebre es el signo visible del misterio de la encarnación misteriosa de Dios. Por eso Arnoldo, no dudaría en poner por nombre a nuestra Congregación: Societas Verbi Divini [Sociedad del Verbo Divino]. Para subrayar este misterioso acercamiento de Dios en la encarnación, Arnoldo daba suma importancia a los pesebres en la Casa Fundacional de Steyl, en la solemne procesión de las velas y otras celebraciones navideñas.  

Una enseñanza: El Fundador escribió: “siento que estas festividades son importantes para personas no sofisticadas, pueblos que no pueden captar lo puramente abstracto. Deben ser ayudados por espectáculos exteriores atractivos. A través de éstos el cristianismo cobra vida ante sus ojos y puede penetrar más fácilmente en sus corazones” (Cf. Alt, Journey in Faith, 665).

Arnoldo en las visitas a la parroquia de Goch, al mirar y contemplar el pesebre, empezaría a percibir que, si la Virgen fue concebida misteriosamente, el Hijo de Dios también pudo nacer de una manera misteriosa. Sabemos que la Inmaculada Concepción es fiesta de precepto en toda la Iglesia desde 1708, establecida por el papa Clemente XI. El papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción de María. Esto serviría como antesala para elegir el 8 de diciembre para fundar las congregaciones SSpS y SSpSAP. 

María de esperanza: Ella es parte indispensable del Adviento. Es ella quien lleva al hijo de Dios creciendo en sus entrañas. Todo fue posible por la docilidad de María. Por eso lo que Dios pedía a María es su integridad, su corazón, y no un “vientre virginal para alquilar”, como irónicamente se podría expresar la encarnación en términos modernos, para el nacimiento del Hijo de Dios. Se trata de un “Sí” total y no parcial de María. No hay Belén sin María, y sin Ella tampoco hay Calvario. No obstante, María sabe que todo es gracias de Dios. Lo es también nuestra vocación misionera.

La misión actualizada: La imagen de la encarnación, es decir, de la gestación del Hijo de Dios en las entrañas de María es simbólica para la vida eclesial de todos los tiempos. En la Iglesia pospandemia también se está formando una nueva eclesialidad. Es indispensable aceptar como Ella la invitación a ser misioneros y misioneras con un corazón renovado. María nos enseña que la espiritualidad del Adviento es un trayecto de búsqueda y de conversión. Es el camino a Belén. El estilo de ser misionero consiste entonces en recibir nuevamente a Cristo en la cuna del corazón. Permitir que el Verbo se encarne en nuestro ser, y nazca para la Iglesia en Salida. Somos gestores de este proceso. El “Sí” total de María nos urge a decir nuestro “Sí” total para la nueva misión global de SSpS, compartida en el mundo con espíritu sinodal de gran fraternidad. Es también para que vivamos el lema del próximo Capítulo General: «Tu luz debe brillar delante los demás (Mt 5,16): Discípulos fieles y creativos en un mundo herido”. La  situation nos pide docilidad. 

 ¡Bendecido Adviento!

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Saju George Aruvelil, SVD es de la India. Es uno de los primeros OTPs que ha ido a Argentina. También allí terminó sus estudios teológicos para el sacerdocio. Luego comenzó su servicio en el área de la educación en nuestras instituciones SVD. Licenciado en Espiritualidad por la Universidad Pontificia de Comillas, Madrid. También tiene un doctorado en Teología de la Pontificia Universidad Católica de Argentina, Buenos Aires. También ayuda en la formación de laicos y candidatos religiosos. Da retiros y dirige talleres de espiritualidad y de liderazgo, seminarios, etc. Tiene un programa de radio y escribe en un periódico local. Actualmente es un promotor del Movimiento Laudato Si para el cuidado de la Tierra, junto con sus actividades de pastoral parroquial.