«La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús». Queridos cohermanos y amigos. Las palabras que acabo de citar no provienen del folleto que contiene los Documentos del VIII Capítulo General. Estas son las primeras palabras del Papa Francisco en su exhortación apostólica Evangelii Gaudium sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual.
Sin embargo, cuando miramos las últimas frases de la Declaración del Capítulo, encontramos una declaración similar: «Esto nos llama a participar en el misterio pascual de Jesús, dirigiéndonos a renovarnos y transformarnos a nosotros mismos y a los demás, convirtiéndonos así en misioneros llenos de gozo y alegría.» XVIII CG 52
El resultado de nuestra renovación y transformación se hará visible en nuestras vidas, especialmente a través de nuestra ALEGRÍA.
Echemos una vista al logotipo oficial del XVIII Capítulo General, que fue cuidadosamente escogido. ¿Qué apercibimos? Cinco personas de diferentes colores, que representan a todos los continentes, alzando alegremente sus manos y abrazando al mundo entero. Puede que no nos sintamos tan entusiasmados todo el tiempo. Incluso podemos llegar a sospechar de las personas, que tratan siempre de ser tan apasionadas. Especialmente ahora, durante el tiempo de la pandemia de Covid 19, cuando necesitamos lidiar con muchos que perdieron no solo el trabajo sino también a sus seres queridos. En estas situaciones delicadas se necesita un enfoque más sensible.
Sin embargo, la alegría puede aun permanecer. La alegría es fruto del Espíritu Santo que mora en nosotros, que vive en nosotros y nos guía siempre que estemos abiertos a Él y sigamos su guía.
La Declaración del Capítulo nos lleva a la alegría a través de tres pasos concretos.
La primera es la experiencia del amor de Dios, que nos fue revelado en su plenitud en Jesucristo, el Verbo encarnado. Nos dejamos abrazar por Él. Y es exactamente este Amor de Cristo el que nos impulsa a avanzar en nuestra misión.
El segundo paso es nuestro arraigo en la Palabra de Dios. El Papa Francisco exhortó a los miembros del Capítulo General: «Si están anclados en la Palabra de Dios, enraizados en ella, si la asumen como fundamento de sus vidas y dejan que la Palabra arda en sus corazones (cf. Lc 24,32); esta Palabra los irá transformando y hará de cada uno de ustedes un verdadero misionero.» GC 1.3
El tercer paso es nuestro compromiso con la misión. Cuando salgamos de nuestras zonas de confort, cuando atendemos a los necesitados, el Espíritu Santo llenará nuestro corazón de alegría. Nunca aprenderemos a nadar, si no saltamos al agua. La alegría se hace realidad sino cuando nos comprometemos con la misión.
Queridos cohermanos, queridos amigos, el presente video cierra el ciclo de los videos propuestos por la animación espiritual basados en la Declaración del VIII Capítulo General. Nos hemos comprometidos a transmitir el espíritu del Capítulo y así mantener el fuego encendido. Mis sinceros agradecimientos a todos aquellos participaron de este cometido. El proyecto termina, pero no así nuestra renovación. ¿Por qué no? Porque el Amor de Cristo nos urge a estar enraizados en la Palabra y comprometidos con su misión.