Misión es partir, caminar,
dejar todo, salir de sí,
quebrar la corteza del egoísmo
que nos encierra en nuestro YO.

Significa parar de dar vueltas alrededor

de nosotros mismos
como si fuéramos el centro del mundo y de nuestras
propias vidas.

Es no dejarse bloquear con los problemas del mundo
pequeño al que pertenecemos.
La humanidad es más grande.
Misión es siempre partir, más que devorar kilómetros.

Es sobre todo abrirse
a los otros como hermanos y hermanas,
descubrirlos y encontrarlos.

Y si, para descubrirlos y amarlos, es preciso atravesar
los mares y volar los cielos, entonces,
Misión es partir hasta los confines del mundo.

Original en portugués en el libro “Orações Vocacionais e Missionárias”
Missionárias Servas do Espírito Santo – Brasil