Que lo que está herido en tu vida sea restaurado a la buena salud.
Que seas receptivo a las formas en que debe ocurrir la curación.

Que extiendas la compasión a todo lo que duele en tu cuerpo, mente y espíritu.
Que tengas paciencia con el tiempo que tarda la sanación.

Que seas consciente de las maravillas de tu cuerpo, mente,
y el espíritu y su asombrosa capacidad de sanación.

Que las habilidades de todos aquellos que te cuidan sean para tu mayor bien
y su capacidad para devolverte la salud.

Que estés abierto/a a recibir de aquellos que te brindan bondad, cuidado y compasión.
Que descanses bajo las alas protectoras del Amor Divino, confiando en esta graciosa presencia.

Que encuentres pequeños momentos de belleza y alegría para sostenerte.
Que mantengas la esperanza en tu corazón.

Pon tus manos sobre tu propio corazón y recuerda el poder del amor dentro de ti.
Extiende tus manos de amor hacia aquellos que hoy necesitan sanación.

AMÉN.