Danos ánimo para dar contigo el paso,
para seguirte entre los hombres en medio del pueblo.

Danos valor para tomar partido,
para jugarnos la vida junto a ti, en la causa de los pobres.

Danos coherencia para vivir lo que creemos, sin dobleces,
sin falsos testimonios, sin apariencias vanas.

Danos confianza para seguir caminando,
para poner en tus manos con la frescura de un niño, la vida entera ofrecida.

Danos sabiduría para distinguir, y conocer,
para descubrir tu voluntad en las cosas que nos pasan.

Danos coraje para actuar con decisión,
para buscar la justicia y construirla con gestos y actos solidarios.

Danos un corazón abierto, que sufra junto al que sufre;
que no vivamos tranquilas, indiferentes ante el dolor de tantos.

Danos unas manos fuertes, para ofrecerlas solidarios;
que no se cansen, no se cierren, que se abran para unirse a otras.

Danos una mirada atenta, que llegue hasta el horizonte
para encontrar tus caminos, para reconocer tus huellas, para no errar el rumbo del reino.

Danos unos oídos vigilantes, para escuchar tu voz interpelante, en los clamores del pueblo.
Que el ruido fácil de nuestro tiempo no nos cierre los oídos del corazón.

Danos una voz segura y firme para gritar al mundo que el Evangelio es vida, justicia y liberación.
Que los ritos y el miedo no nos ahoguen tu voz, Señor.

Danos unos pies ligeros para abrir caminos nuevos, pies serviciales, no lentos,
para correr al encuentro de todo el que necesita.

Danos una esperanza terca de los que esperan siempre, pese a todo contratiempo, que la Hna.
Esperanza sea la savia que alimenta y nutre desde dentro.

Danos una humildad serena para volver a empezar las veces que sea necesario.
Para discernir sin titubeos por donde pasa tu Proyecto.

Danos la perseverancia y convicción tu tuvieron nuestras madres María Elena Y Josefa,
para que nos lleve a vivir juntas y en alegría nuestra Vocación,
Y que nuestra respuesta, como mujeres consagradas,
sea testimonio que contagie a otros el entusiasmo por la misión.

Danos tu Espíritu Señor, tu fuerza, tu aliento, en medio de la historia camino al Reino.