Oración a la Trinidad en el Sufrimiento

Merciful Trinity
          La Trinidad Misericordiosa
Padre,

No te imagino Padre sino amando, modelando, dando vida, poniendo color, armonía y música.
Padre, no te imagino sino amando…
Ayúdame a creer que en Ti somos nos movemos y existimos. (Hec.17.)
Ayúdame a creer que tu amas todo lo que existe, sino no lo habrías creado. (Sab.11,)
Ayúdame a creer que mi vida es un cántaro en manos del alfarero. (Jer.18,)
Moldeado, modelado, para que un día, acabado, demuestre tu gloria y tu poder.
Ayúdame a creer que el sufrimiento es parte de la vida y la vida lleva en su sangre el sufrimiento.
Ayúdame a creer que Tú no has creado el sufrimiento, pero creas lo inacabado, lo perfectible, lo finito, el tiempo, el espacio.

Jesús,

No te imagino Cristo sino rodeado de enfermos en las calles, sanando sordos, mudos, leprosos, paralíticos.
Sanando cuerpos y sanando espíritus. (Mat.9,35)
Jesús, que tienes en Ti todo el poder, porque “se te ha dado todo poder”.
Ayúdame a creer que si tengo un dolor, que si tengo mi cruz, Tú la quieres compartir conmigo.
Ayúdame a no quitar las espinas, sino a ubicar las espinas en las rosas.
Ayúdame a no protestar en el sufrimiento, sino a buscar qué puedo hacer con él.
Ayúdame a no inquietarme cuando sufro, sino a entregarte mi fragilidad y mi pobreza.
Ayúdame a no perderme en la oscuridad, sino a ver la tiniebla luminosa.
Ayúdame a creer que el grano de trigo debe morir para nacer (Jn.12,)
Que lo que existe debe transformarse para vivir.
Ayúdame a sufrir con paz,  con sabiduría, con amor.

Espíritu Santo,

No te imagino Espíritu de Jesús, sino transformando lo inacabado en perfecto.
No te imagino Espíritu de Jesús sino construyendo nuestro hombre interior que se va renovando cada día. (2Cor.4,)
Ayúdame a esperar contra toda esperanza, ayúdame a creer que, mientras los años, la enfermedad, el sufrimiento desgastan mi cuerpo, Tú sigues edificando la casa interior.
Ayúdame a aceptar que lo exterior es finito. Ayúdame a aceptar que la vida, la salud, la enfermedad, son parte de una  transformación hacia lo eterno.
Ayúdame a hacer de lo transitorio una herramienta de salvación.
Ayúdame a aprender a despojarme de las cosas  y vivir de lo esencial.
Aunque el dolor y el sufrimiento transformen mi cuerpo y me hagan sentir inútil, miserable y pobre, que pueda seguir creyendo que Tú tienes tu casa en mi.

Santísima Trinidad,

Abismo infinito en el que, cuando más me acerco, menos te veo, pero más cercano te siento.
Santísima Trinidad, espacio infinito cuanto más cercano más pequeño me siento, pero más cobijado me encuentro.
Santísima Trinidad, misterio infinito.
Te siento más plenamente cuando experimento lo inacabado en mi ser, cuando experimento la sed del ciervo sediento, cuando experimento que eres mi Dios, cuando experimento y anhelo la comunión perfecta contigo. Amén.

ES

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