Oh Espíritu Santo, Tú eres el Creador del Universo. Todo ser viviente llegó a existir gracias a Ti y a través de Ti. Tu infundiste Tu vida en todo y el universo llegó a existir. Ven a visitarnos hoy y llénanos de nuevo con Tu llama celestial, con Tu vida y con Tu amor inagotable.

Oh Espíritu Santo, dador de gracias, disponible para nosotros las 24 horas, 1440 minutos, 86,400 segundos del día. ¡Eres el manantial que da vida! Envuélvenos y refréscanos con tu fluida corriente de nueva vida, amor y presencia. Cuando nos abrimos a Ti, estamos en paz, descansados y todo es placentero. Pronunciar tu nombre nos trae calma , unción y energía. Eres poderoso, como fuego consumidor que elimina todo lo negativo dentro y alrededor de nosotros. Tú nos proteges y cuidas en todo momento.

Oh Espíritu Santo, Tú eres el dedo Divino de la diestra de Dios. Tú eres el prometido del Padre. Estás absorto en lo Divino, lo Absoluto y lleno de toda bondad. Tú eres quien nos enseña el lenguaje celestial cargado de divinidad. Ven, enséñanos el lenguaje de Dios, para que podamos descubrir tus suaves susurros en cada momento de este nuevo día.

Oh Espíritu Santo, Tú eres el Fuego Celestial lleno de Amor Divino. Enciéndenos con el fuego de Tu amor, para que cada sentido pueda transmitir Tu vida a todos los que encontremos este día. Derrama Tu amor en nuestros corazones para que cada fibra de nuestro ser transmita el amor a todos. Nuestra carne es débil, fortalécenos con tu poderosa presencia. ¡Que seamos un medio eficaz encendido con el Fuego Divino del Dios Uno y Trino!

Oh Espíritu Santo, hoy más que nunca estamos rodeados de terribles enemigos. Te suplicamos que vengas en nuestra ayuda con Tu presencia todopoderosa y alejes de nosotros todas las fuerzas que amenazan la vida y las energías negativas. Que tu presencia nos guíe por el camino correcto. Abre nuestra mente y corazón a Tu presencia pacífica y positiva.

¡Oh Espíritu Santo, eres nuestra luz y guía! Gracias por llevarnos al Padre y al Hijo. Sigue derramando tu gracia y guía nuestros pensamientos y mentes para entrar profundamente en la vida del Padre y en la vida de Jesús. ¡Que podamos crecer en un conocimiento profundo del Dios Uno Triuno cada día!