Partiendo del término sinodalidad, que significa simplemente caminar juntos, entendemos la posición de un líder como aquel que camina con los demás. Tratamos de entender el movimiento o el proceso de sinodalidad en la Iglesia como un momento propicio que nos ayuda a tomar más conciencia de que caminamos juntos por el mismo camino o que estamos juntos en el camino hacia el Reino de Dios. Por lo tanto, se necesitan dos o más para hablar de líder. O mejor dicho, nadie es ni puede ser líder por sí mismo. Uno es un líder para guiar a otros en una dirección particular o actividades específicas. Y este es el mismo sentido de sinodalidad o unión que la Iglesia está persiguiendo ahora.

En realidad, tenemos dos tipos de experiencias de caminar juntos: caminar juntos lado a lado y caminar juntos en la misma línea. Estos dos tipos de caminar caracterizan también el caminar juntos en la Iglesia. Mientras caminamos juntos, hay un momento en que caminamos uno al lado del otro, y hay un momento en que caminamos en línea, siguiendo al líder y unos a otros en el mismo camino.

Mientras juegan como niños, un líder invisible siempre guía a los demás a través del juego. Aquí podemos pensar en caminar juntos, tomados de la mano. El caminar juntos se aplica cuando las cosas van bien. Cada uno debe hacer su papel para que el juego pueda seguir adelante. En este caso, el líder no se ve a veces, ya que todos están jugando al mismo nivel.

En nuestra posición de líderes, hay momentos en que tratamos a los cohermanos con este tipo de liderazgo. Jugamos y caminamos juntos al mismo nivel. Trabajamos junto con otros en el contexto de los niños jugando juntos y disfrutando de la compañía de los demás.

Cuando hay situaciones desafiantes, estamos llamados a liderar de manera diferente, a caminar en línea. Caminamos delante de otros mostrando el camino. Por ejemplo, en Papua Nueva Guinea, caminamos en fila en las áreas pantanosas del río Sepik, siguiendo al líder que camina delante y marca el camino. Seguimos al líder en sus huellas para evitar espinas y otros peligros como las serpientes.

Y como líderes, damos instrucciones claras y vivimos con el ejemplo cuando las cosas no van bien. Pero, lamentablemente, a veces nuestra actitud de liderazgo o dirección no encuentra una buena retroalimentación e incluso produce reacciones hostiles por parte de los demás. Por lo tanto, caminar juntos se convierte en un desafío. Un líder usa una estrategia simple para ayudarnos a caminar juntos. Un componente crítico es escuchar. La escucha es una actitud fundamental que la Iglesia necesita hoy, especialmente en el proceso de sinodalidad. El Papa Francisco sueña con un nuevo estilo de ser una Iglesia que escucha y está cerca de la gente. De hecho, escuchar conduce a la comprensión, y la comprensión produce el aprecio mutuo.

Como se dice, “Nunca juzgues a alguien hasta que hayas caminado una milla en sus zapatos”. Por eso la Iglesia, bajo el liderazgo del Papa Francisco, está utilizando esta estrategia de escucha. El sínodo es un momento privilegiado en el que el liderazgo de la Iglesia escucha a los demás.

Como líderes, ¿Qué tipo de relaciones tenemos con los demás? ¿Estamos caminando uno al lado del otro, o estamos caminando en línea? ¿Cuál es nuestra estrategia para caminar junto con los demás?

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P. Willibrord Kamion Bhia, SVD. Nació en Bundundu (República Democrática del Congo) en 1962. Ingresó en la SVD en 1984. Fue ordenado sacerdote en 1991. Trabajó de misionero en Papua Nueva Guinea. Primero en la pastoral (1991-1998), luego en la formación (1999-2003). A partir del 2005 trabajó en la formación en la República Democrática del Congo. En los años 2011-2017 fue provincial de su provincia natal. A partir del año 2019 es Coordinador de la zona AFRAM. Hizo estudios de posgrado en Consejería en la Universidad De La Salle en Manila/Filipinas.