Cuando llegué a Roma para asumir la coordinación de JUPIC en enero de 2021, no había escuchado sobre la plataforma de acción de Laudato Si. Gracias al email del coordinador de JUPIC de la provincia de Chicago, el Hermano Brian McLauchlin, escuché por primera vez sobre este maravilloso itinerario eco-espiritual de 7 años al que nos invita el papa Francisco. La idea es que en 7 años toda la iglesia dividida en sectores: familias, establecimientos educativos, economía, congregaciones religiosas, establecimientos de salud, parroquias y diócesis, ONGs o grupos, realizará acciones concretas para alcanzar los 7 objetivos de la encíclica Laudato Si: Responder al Grito de la Tierra, Responder al Grito de los Pobres, Economía Ecológica, Adopción de un Estilo de Vida Simple, Educación Ecológica, Involucramiento Comunitario y Acción Participativa. El desafío de involucrar a todos los miembros de la congregación del Verbo Divino y colaboradores laicos en este ambicioso proyecto me pareció demasiado grande. Sin embargo, nuestro superior general, el P. Budi Klenden, y los miembros del consejo general me animaron a dar los pasos para adherirnos a la invitación del papa Francisco para realizar los cambios necesarios a fin de evitar la destrucción de la casa común.

La creación de un equipo de trabajo fue esencial para elaborar un plan para toda la congregación, el cual tendría que ser lo suficientemente flexible para que pudiera ser aplicado en cada rincón del mundo de acuerdo a su realidad concreta. Para efectos de elegir a los miembros del grupo de trabajo decidimos en el generalato que sería un cohermano por cada zona. De esta manera PANAM es representada por Brian McLauchlin, EUROPA por Franz Helm, ASIA por Paul Rahmat, y AFRAM por Sebastiao Da Silva. Posteriormente, el grupo decidió invitar a la Secretaria de Misión SSpS, Gretta Fernandez. El grupo también solicitó la ayuda del Secretario de Misión de nuestra congregacion, Stanis Lazar. Después de varios encuentros online, el grupo elaboró una propuesta concreta Laudato Si para la SVD. La cual consiste en enfocarnos cada uno de los 7 años en un objetivo de Laudato Si, comenzando con la respuesta al grito de la tierra y así sucesivamente. Cada año nuestros cohermanos y colaboradores laicos son llamados a enfocar el respectivo objetivo Laudato Si de una manera holística, desde 4 pilares: espiritualidad, educación, acciones concretas, y defensa de derechos.

El Consejo General aprobó la propuesta, y envió una carta circular a todas las provincias, regiones y misiones informando y animando a nuestros cohermanos a unirse a la plataforma Laudato Si, y a asumir la respuesta al grito de la tierra como una prioridad a nivel comunitario y pastoral. El departamento de comunicación del generalato, y Verbo Film produjeron buenos materiales gráficos y audiovisuales para promocionar el primer año de Laudato Si.  La Sociedad del Verbo Divino se registró en la plataforma Laudato Si; y el 4 de octubre de 2021, día en que se celebra a San Francisco, la congregación dio inicio oficial al primer año de Laudato Si con un video mensaje de nuestro superior general. Estoy orgulloso de que nuestra congregación haya sido una de las primeras en inscribirse en la Plataforma de Acción Laudato Si.

El primer año de Laudato Si es ya historia, finalizó el 4 de octubre de 2022, fecha en que iniciamos el segundo año de la Plataforma Laudato Si, el cual se enfoca en nuestra respuesta al grito de los pobres. Hubo varios desafíos en lo que respecta a nuestra respuesta al grito de la tierra. A nivel del Dicasterio para el Desarrollo Humano, el sitio web oficial de la plataforma Laudato Si resultó muy dificultoso para que las comunidades, colegios, hospitales, parroquias, etc., pudieran registrarse. A nivel de las diócesis, donde muchos cohermanos trabajan en sus parroquias en el mundo, estas se enfocaron en el proceso sinodal y no prestaron la debida atención a la plataforma Laudato Si. El objetivo del primer año, ecología, también fue desafiante, ya que estamos más habituados a trabajar pastoralmente acompañando y empoderando a los pobres y marginados. Sin embargo, de lo observado en las visitas generales y en los reportes anuales de los coordinadores de JUPIC, el resultado del primer año es muy positivo, y superó mis expectativas.

Creo que el primer año de Laudato Si en línea con la reflexión del último Capítulo General, nos ayuda a ser conscientes de que el cuidado del medio ambiente forma parte de nuestra misión.  En el documento del 18º Capítulo General, se menciona que: “Como discípulos misioneros transformadores, la custodia de la creación es nuestra responsabilidad para expresar el amor de Dios. Esto puede manifestarse de diversas maneras -cuidado de la creación, desarrollo sostenible, eco-justicia, etc.-“. (N 44). El mismo documento nos invita también a comprometernos en el cuidado de la creación. El primer año de Laudato Si fue una oportunidad para hacerlo, y en general, nuestros cohermanos y colaboradores laicos llevaron a cabo muchas iniciativas: oraciones, talleres y retiros sobre eco-espiritualidad, trabajo de abogacía en colaboración con otras congregaciones religiosas, laicos, iglesias cristianas, y otras religiones,  Grupos Laudato Si, Granjas Orgánicas, producción de biogás, plantación de árboles, entrega de plantones y semillas a la gente, paneles solares para electricidad y calentamiento de agua, segregación de basura, reciclaje, uso del transporte público y caminar, evitar los artículos de plástico de un solo uso, huertos de hortalizas y frutas, aves de corral, vacas y otros animales domésticos, etc.