El P. Sandkamp escribió:

Es de conocimiento público que nuestro Fundador tenía una fuerte devoción por San José y recurría a él en todas sus necesidades. Muchos fueron testigos que recibió una extraordinaria ayuda de él. Para destacar este tema centrémonos en algunos hechos.

1. El ecónomo celestial: En los inicios en Steyl (inicios de 1875) con urgentes necesidades, Arnoldo Janssen inesperadamente recibe una donación de 9.000 Marcos en el mes de marzo que está dedicado a San José. La donación llegó como un regalo del cielo de un benefactor anónimo a través de las hermanas Clarisas. Inmediatamente el P. Arnoldo compró una casa con jardín y comenzó la Casa Misionera en Steyl el 08 de septiembre de 1875. En su carta de agradecimiento, el Fundador mencionó a San José tres veces como el intercesor amado, futuro proveedor y Patrono. Además, a propósito el dejó la fecha de la carta en la fiesta de San José, aunque fue escrita entre el 25 de febrero y el 15 marzo. Para él, San José era un auxiliador poderoso y verdadero. Siempre que el P. Arnoldo deseaba construir algo, les solicitaba a los estudiantes rezar fervientemente a San José, al ecónomo celestial. De hecho, la construcción de la tercera casa en San Gabriel comenzó en el día de San José, el 19 de marzo de 1889. Oficialmente la SVD comenzó con su presencia en Brasil en el día de San José, en 1895. De igual forma algunas casas de la Congregación se dedicaron bajo la protección de San José: Colegio San José en Esperanza (marzo 1891), La Casa Misionera en Geilenkirchen (1920), Górna Grupa (1923), el Seminario en Biara/Ende (1927), el pro gimnasio en Azara/ Misiones (1932), Pamplona (1936), Overijsche (1938), Bordentown (1941), Tortosendo (1949), el Instituto San José para los hermanos en la Región de Timor (1950), el centro San José en Accra (1961), y la escuela técnica San José en Saboba (1965). De acuerdo al catalogo de 1974 cinco de las 44 provincias y regiones de la Congregación fueron dedicadas a San José: Japón (1907), Polonia (1935), Timor (1947), Inglaterra- Irlanda (1947), Abra-Cagayan con el Seminario San José en Bangued (1959), la misión de Chiaya en Taiwán (1964) y la última es Vietnam (1998).

2. Imprentas y editoriales bajo la protección de San José. Muchas de las imprentas y editoriales de la Congregación en tiempos del fundador estuvieron bajo la particular protección de San José, tomando en consideración el silencio y la dedicación de San José, ahí estaba el secreto de la eficacia de la palabra impresa. Nuestra imprenta en Steyl (1876), Górna Grupa (1931), y Satprachar-Indore (1947) estaban dedicadas a San José. Cuando salió publicado el primer cuadernillo de Nuntius SVD en el 25 marzo de 1895, fue dedicado a la protección especial de San José en el mes en que la Congregación recibió muchos beneficios. En Polonia, el Beato Stanislaw Kubista, el ecónomo provincial y el editor general de la imprenta en Górna Grupa, comenzaron una revista especial, El Mensajero San José, como un inserto en el Tesoro familiar en enero de 1938, en agradecimiento a San José por dar respuesta a sus oraciones y apoyo. En 1918 el P. Blume ordena a los directores de las editoriales ofrecer misas los miércoles en honor de San José. Desde el primer año de la Primera Guerra Mundial, el procurador, P. Bruno Möchel, puso una pequeña estatua de San José con velas eléctricas en la imprenta ubicándola en una bodega vacía de carbón. Estas estaban siempre encendidas mientras las máquinas operaban. Él le dijo a San José, «ahora te preocupas del carbón, así las máquinas siguen trabajando, y tendrás una hermosa lámpara frente a tu estatua». En 1917 en Steyl se comprometieron a levantar una estatua frente a la imprenta. El sucesor del fundador, el P. Blume, se nutrió de una profunda devoción a San José y acostumbraba a decir: San José algunas veces duda pero finalmente ayuda. Cuando los Nazis confiscaron la imprenta en la casa de Steyl al final de la segunda guerra mundial, la comunidad comenzó una novena a San José.

3. San José: La garantía de una dedicación fructífera: cuando el Fundador aceptó a los hermanos en la Congregación, él vio a San José como el correcto modelo y Patrono de los hermanos. Él llamó a San José el patrono de los carpinteros y mueblistas. José tenía las virtudes del trabajador dedicado y silencioso, distinguiéndose en la obediencia, firme y fiel en lo que se le encomienda. Estas eran las cualidades para las nuevas misiones a las que Arnoldo aspiraba. Los hermanos realizaron su primera profesión bajo la regla de febrero el 19 de marzo de 1885. A menudo los novicios candidatos a hermanos eran investidos y profesaban sus votos para la fiesta de San José. Todo el mes de marzo era dedicado a San José y los miércoles en nuestras comunidades se recitaban las oraciones a San José como estaba prescrito.

La historia de nuestra Congregación experimentó un crecimiento extraordinario de vocaciones como hermanos acompañada del invalorable impacto en el desarrollo dinámico de la Congregación. Testimonios revelan que en nuestras casas misionales vivieron santos hermanos, dedicados a la Congregación y a su misión. La Congregación fue testigo del rápido crecimiento de los hermanos. Ya en 1910 eran 455 sacerdotes y 566 hermanos y lo más alto fue en 1935 con 1.532 hermanos superando en número a los sacerdotes (1.325). Sin lugar a dudas, una de las grandes inspiraciones en la vida del Fundador fue conectar la vocación del hermano con San José como modelo y patrono. La figura de San José, es un impacto en el plan de salvación de Dios, así como los hermanos lo hicieron en el desarrollo de nuestra Congregación.

Nuestro Fundador vio a José en relación a María y Jesús, la Palabra hecha carne. A la luz del evangelio de San Mateo, San José recibe tres revelaciones:

1. el no divorciar a María pero tomarla como esposa,
2. el moverse con María y el niño a Egipto y
3. el tomar al niño y a su madre y regresar a Nazaret, llegó a ser el padre adoptivo de Jesús, el patrono y protector del misterio de la Encarnación. Así como vemos José se mantuvo frente al misterio de la Encarnación, respetando, aceptando, asistiendo y protegiendo, nos puede enseñar que tan verdaderos seguidores de la Palabra somos.

4. San José: Patrono de la Congregación: San José siempre ha ocupado un lugar especial en la Congregación. Él está presente como la primera estatua de la casa misional en 1876 y considerado entre los «patronos menores». Se le reza como San José, el Padre de Jesús y sus siervos, como Patrono de la Santa Iglesia y Patrono de China. El P. Arnoldo Janssen, en agradecimiento por la posibilidad de extender Steyl, publicó un cuadernillo de San José en 1884. Su edición 12a en 1908 alcanzó los 14.000 ejemplares. El P. Janssen también compuso una oración especial a San José, incluida como parte de la devoción de marzo en el Vademecum de 1887 (también en 1912 y en las publicaciones sucesivas). En la regla de febrero de 1885, la No. 5, dice que San José es el principal Patrono de la Congregación junto con el Sagrado Corazón de Jesús y María. En la regla de 1891, a los hermanos se les solicitó especialmente invocar a San José. San José es también el protector de perseverar en la castidad y el patrono de una buena muerte. Después de la muerte del Fundador, el 4o capítulo General extraordinario (1910) resolvió celebrar la fiesta de San José con un día libre de trabajo. Entre los 13 santos patronos que se honran en la Congregación, San José con Santa Ana y Joaquín, son individualizados debido a la particular relación con la Palabra Encarnada y con la Virgen María.