1. Para cumplir con su llamado de misionera contemplativa, Beata María Virgo tuvo que vivir la noche de la fe. Tenía que seguir el camino que María, la mujer peregrina de la fe, caminaba al lado de su Hijo, y que incluso Jesús tuvo que pasar sufriendo tentaciones extremas. Tuvo que aprender lo difícil que puede ser creer, cuando se le ha quitado todo apoyo y solo la oscuridad y la incertidumbre nos rodean. (BMV pág.78)
2. Llamados a participar en la vida y misión de Jesús, Beata María Virgo tuvo que conformarse al vaciamiento radical que Pablo describe en la Carta a los Filipenses. Este despojamiento total lleva a Cristo a experimentar plenamente la condición humana y a aceptar totalmente su papel en el plan de salvación del Padre. (BMV pág. 70)
3. La Madre María Micuela conoció el mismo llamado al despojo en su vocación misionera contemplativa y escribió a una superiora recién nombrada que estaba viviendo la noche de la fe: “Entrega tus miedos en el corazón amoroso de Jesús y asume tu importante tarea con santo valor y con una confianza ilimitada en Él. No temas. ‘Todo lo puedo en Aquel que me fortalece en todo “. (MMM 2 pág.173)
4. En medio de las dificultades, la Madre María Micaela permanecería tranquila y diría: “Dios siempre nos ayudó en el pasado y su poder no ha disminuido hoy. Me parece que tenemos toda la razón para estar satisfechos con la manera en que Dios hace las cosas. Honrámoslo a Dios con nuestra confianza. Si siempre nos esforzamos por complacerlo con una vida de fidelidad oculta, entonces estoy seguro de que nunca nos abandonará. Nos cuida tan bien que siempre deberíamos estar de rodillas dándole las gracias ” (MMM 2 pág.126).
5. Cuando le diagnosticaron una enfermedad hepática grave al final de su vida, la Madre María Micaela dijo a las Hermanas: “Ah, bueno, después de todo, Dios sabe qué es lo mejor. Todos debemos morir alguna vez, y como sea Dios quiere que sea lo mejor para nosotros. No podemos hacer nada mejor que entregarnos a Él. Estamos enteramente en sus manos “. (MMM 2 pág. 181)
6. Beata María Virgo dijo el mismo “sí” a conformarse al despojamiento de la pasión y muerte de Cristo y por la fuerza del Espíritu Santo se entregó a Dios en amor para que naciera nueva vida en aquellos quienes servía. Ya no poseía su propia vida, pero permitió que se derramara minuto a minuto con la preciosa sangre de Jesucristo al servicio de los demás. (BMVp.131)
7. Sólo contra este trasfondo de entrega puede el gozo interior que irradiaba Beata María Virgo como vivió su vocación misionera contemplativa sea plenamente apreciada. Ella escribió: “Cada pensamiento de nuestra santa vocación debe elevar nuestro corazón en gozo espiritual”. (BMV págs. 29 y 76)
8. A la Madre María Micaela le encantaba invocar a Nuestra Señora con el título de Esposa Inmaculada del Espíritu Santo. Como María, la Madre de Dios, buscó por el poder del Espíritu Santo entregarse incondicionalmente a la voluntad de Dios y descubrió que la alegría profunda proviene de tal entrega (MMM 2 p. 26)
9. El ejemplo de la Madre María Micaela ayudó a muchas Hermanas a aceptar el misterio de Cristo crucificado en sus vidas y ver que la entrega a la voluntad de Dios conducía a una profunda alegría.
10. P. Hermann Fischer comenta que Beata María Virgo fue testigo de esa misma entrega gozosa cuando fue trasladada a petición de San Arnoldo a las hermanas contemplativas: “Hizo el sacrificio con suma generosidad y nadie notó en ella ningún signo de la gran lucha interior que esto le costó. De ella irradiaba alegría y bondad. Supo combinar su gran fidelidad al deber con la sencillez y la alegría de un hijo de Dios “. (MMM 1 pág.13)
11. Tanto para la Madre María Micaela como para Beata María Virgo, el don del conocimiento, que nos ayuda a saber hacer la voluntad de Dios en la vida diaria, les permitió cumplir cada día con fidelidad su vocación misionera contemplativa.
    Podrían decir como San Pablo en su carta a los Filipenses:

    “Más aún, todo lo que considero al presente como eso muerto en comparación con eso tan extraordinario que es conocer a Cristo Jesús, mi Señor. A causa de él ya nada tiene valor para mí y todo lo considero como basura mientras trato de ganar a Cristo. Y quiero encontrarme en él, no llevando ya esa justicia que procede de la Ley, sino aquella que es fruto de la fe de Cristo, la justicia que procede de Dios y se funda en la fe. Quiero conocerlo, quiero probar el poder de su resurrección y tener parte en sus sufrimientos y siendo semejante a e él en su muerte”. (Fil 3, 8-10).

12. Las muertes de la Madre María Micaela y Beata María Virgo es testimonio de la fe, la esperanza y el amor que les permitió “encontrar su alegría en Dios”. Las últimas palabras audibles de la Madre María Micaela: “¡Jesús, María!” y las últimas palabras audibles de Beata María Virgo: “Jesús, muero para ti fluye el don de la sabiduría, que ve todo a la luz del amor misericordioso de Dios durante toda una vida” (MMM 1 p. 28 & BMV p. 107).
13. En sus vidas de santidad y servicio, la Madre María Micaela y la Beata. María Virgo nos dice en este año de celebración del centenario lo que San Pablo dijo a los Filipenses:
    

    “Estén siempre alegres en el Señor; se lo repito, estén alegres y tengan buen trato con todos. El Señor está cerca. No se inquieten por nada; antes bien, en toda ocasión presentan sus peticiones a Dios y junten la acción de gracias a la súplica. Y la paz de Dios, que es mayor de lo que se puede imaginar, les guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4: 4-7)

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Fuentes y abreviaturas MMM
1 – – Resplandece con el fuego de tu amor MMM 2 – – Lámparas encendidas: Madre María Michaele BMV – – Hermana Franziske Carolina Rehbein, SSPS. Helena Stollenwerk Un carisma alimentado: misión y entrega OSB – – De tiempo hecho santo:  la liturgia de las Horas en la vida de las hermanas Benedictinas estadounidenses.