Constitución 111: La Fe, el Don del Temor del Señor

1. Cuando la Madre María Micaela ingresó el 1 de mayo de 1891, no estaba claro cuál sería la naturaleza de su vida religiosa: el nombre de la congregación, la regla, la vida de oración, el horario diario, su apostolado, el noviciado, la profesión de votos, el hábito, el gobierno del instituto. Todos los elementos que uno da por parte de la vida religiosa aún no se habían desarrollado bajo la guía de San. Arnoldo. (MMM 1 pág.6)
2. Cuando Beata. María Virgo llegó a la Casa de la Misión en 1882, el futuro era aún más incierto. Ella escribió: “A menudo me sobrecogía un gran temor y ansiedad que no llegaría a ser una religiosa aquí; por otro lado, no podía pedir la admisión a otra Congregación”. Ella buscaba una solución en la fe cuando más tarde escribió: “Estoy en el camino correcto y cumplo mis votos todos los días. Estaré contento con mi humilde trabajo y haré todo con buena conciencia porque no puedo hacer más por Dios”. (BMV pág.23)
3. Ambas mujeres santas fueron sostenidas por la fe en su llamado de Dios y mediado por el San Arnoldo. Pensando en las Hermanas Misioneras y de Hermanas de Clausura, escribió en la introducción a la Regla en 1891: “Su Padre invisible es Dios, el Espíritu Santo, el Dios de amor eterno, que te llamó y te condujo a la vida religiosa. Por su gracia son lo que son: hijas de su amor eterno “(MM 1 p. 10).
4. Beata María Virgo escribiría más tarde a las Hermanas de Argentina: “Hoy tengo un fuerte deseo de hablarles, mis queridas Hermanas del gran e inexpresable don de la vocación a la vida religiosa. No dejemos ni un solo día pasar sin agradecer a Dios desde lo más profundo de nuestro corazón por esta Gracia “. (BMV pág. 62)
5. Cuando se fundó la Congregación de Adoración Perpetua el 8 de diciembre de 1896, Beata María Virgo no estuvo presente entre el primer grupo de Hermanas de la Adoración. Ella le escribió a San Arnoldo: “Hoy, Reverendísimo Padre, se ha quitado toda esperanza de ser admitida en la Congregación. Aunque mi anhelo de soledad es más fuerte que nunca, acepto con gusto la voluntad de Dios”. Fue una mujer de fe y entrega al misterio de la voluntad de Dios. Antes de la Navidad del 16 de diciembre de 1896 escribió a las Hermanas en Argentina: “Así que, queridas Hermanas, soporten con paciencia y santo amor al sacrificio y terribles cargas que se les imponen. Nuestro tiempo aquí es muy corto; todo está escrito. Desde arriba.” Después de la Navidad del 28 de diciembre de 1896, volvió a escribir a las Hermanas en Argentina: “Es nuestro destino, mientras que estamos en la tierra, ardemos de amor a Dios, perseverar en la oración y llevar una vida pobre y humilde. ” (BMVpp.87-89)
6. Vivía en la fe, el lema de su vida: “A Dios el honor, a mis Hermanas el beneficio y a mí la carga”. (BMV pág. 119)
7. En medio de la oscuridad de la fe, el maravilloso llamado de Dios a la vida religiosa siempre estuvo ligado al gozo por la Beata. María Virgo. Ella escribe: “Nuestro corazón debe cantar de alegría cada vez que pensamos en nuestra vocación”. (BMV pág. 32)
8. En la vida de la Beata. María Virgo, la alegría siempre está unida a la gratitud. Ella escribe a San Arnoldo en 1893: “Estoy casi siempre lleno de gratitud a Dios por haberme conducido a esta vocación, a esta Sociedad y a esta casa; espero y confío en que esta es la santa voluntad de Dios”. (BMV pág. 35).
9. Tanto la Madre María Micaela como la Beata María Virgo supo por fe de que encontraríamos el misterio de Dios en la cotidianidad de la vida. Es allí donde se nos pide que seamos fieles, alegres y agradecidos a Dios por el don de nuestra vocación. Uno de los dichos favoritos de la Madre María Micaela era: “Debemos ser naturalmente sobrenaturales y sobrenaturalmente naturales”. Responder a la llamada a la vida religiosa debe hacerse con sencillez, sinceridad y humildad, que es la verdad. (MMM 2 pág.107)
10. La Madre María Micaela puso gran énfasis en las virtudes naturales: verdad, sencillez, justicia, fidelidad al deber, la labor, sentido de responsabilidad, coraje, determinación, discreción, benevolencia y tranquilidad. Como Santo Tomas de Aquino, ella creía que la gracia se basa en la naturaleza y que deberíamos desarrollar las virtudes naturales respondiendo al llamado de Dios para sentar las bases de las virtudes sobrenaturales como es tan evidente en su propia vida.
11. Los nueve Conventos de Adoración fundados durante el mandato de la Madre María Micaela, a veces en circunstancias muy difíciles, dan testimonio de su profunda fe, confianza y coraje, así como de su clarividencia y su genuino espíritu apostólico y emprendedora. Fue su ardiente amor por la Eucaristía a lo que, a pesar de las frecuentes dificultades, la mantuvo fuerte. Su inquebrantable arraigo en la santa voluntad de Dios la impulsó, como lo hizo su padre espiritual, San Arnoldo Jansen, a actuar con la firme convicción de que si lo que se emprendía era obra de Dios, estaría destinado a tener éxito. (MMM 1 pág. 21).
12. La Madre María Micaela dijo a las Hermanas: “En la vida diaria podemos complacer al buen Dios desde la mañana hasta la noche simplemente aprovechando de cada pequeña oportunidad que se nos presente. Si deseamos llevar una vida verdaderamente virtuosa, entonces debemos esforzarnos y aprovechar con amor hasta la más mínima oportunidad de practicar la virtud. No deberíamos estar demasiado preocupados por nosotros mismos, sino que deberíamos darnos cuenta de todo lo que hacemos durante el día “. (MMM 2 pág.116)
13. La Madre María Micaela veía su vocación en la vida con los votos como una vida de sencillez y dedicación: escribe: “No hacer nada extraordinario, evitar llamar la atención a sí misma, observar la regla a conciencia, respetar las costumbres del convento, seguir el orden cotidiano, ser modestos en el habla y la conducta, esto es lo que nos hace agradables a Dios “. (MMM 2 pág. 142).
14. La Beata María Virgo refleja ese mismo espíritu de alegría al vivir la propia vocación en la vida de votos cuando escribe: “Desde que hice mis votos, creo que soy más feliz que nunca. Qué pensamiento inspirador y consolador es pertenecer total y totalmente a Dios: Me gustaría gritar de alegría y pedir a toda la creación que agradezca a Dios sin cesar “. (BMV pág. 38)
15. La vida de la Madre María Micaela y la Beata María Virgo fue tan simple, tan natural y sincera, que ofreció un significado profundo de la vida en votos que dejó una profunda impresión en los demás. Su fidelidad a su vida de votos fue la fuente de su profunda paz, serena alegría y madurez espiritual. (MMM 2 pág.110)
16. Su perfecta fidelidad a todas las tareas, incluso a las más pequeñas, venía de la práctica cotidiana de las virtudes naturales y sobrenaturales. Buscaron a Dios y solo a Dios y fueron guiados por la voluntad de Dios en todo lo que hicieron o dejaron de hacer. (MMM 2 pág. 115)
17. La Madre María Michael consideraba la obediencia y la humildad como valores centrales en la vida de los votos. Ella escribió: “Si somos verdaderamente obedientes y humildes, entonces estamos cumpliendo la voluntad de Dios, que es lo más grande que podemos hacer aquí en la tierra … y estaremos felices y en paz”. (MMM 2 pág.158)
18. Tanto para la Madre María Micaela como para la Beata María Virgo, el don del temor del Señor, que es un sentimiento de asombro ante el misterio de Dios y el llamado de Dios, les permitió vivir tranquilamente con Dios en gozosa entrega a la voluntad de Dios cada día de sus vidas de votos. (BMVp.49)