Hoy nos hemos reunido para el primer día de retiro de este capítulo general de 2018. Y me pidieron que les hablara sobre el discernimiento en nuestra generación fundadora. La forma en que entiendo esto es atrayendo al proceso de discernimiento de nuestra generación fundadora en la medida en que esto sea posible. Sin embargo, tengo que reducir el tema. Me concentraré en nuestro fundador, San Arnoldo Janssen. Y la razón de eso es muy simple.
Se veía a sí mismo como el fundador elegido por Dios que tenía la tarea de sentar las bases de la SVD y SSpS con sus dos ramas, la activa y la contemplativa, y hacerlo de manera tan sólida que las futuras generaciones pudieran construir sobre ella. Me escucharán hablar principalmente sobre nuestro fundador, pero los otros miembros de la generación fundadora están incluidos; que se desprende de la forma en que recolecté mi material: de las cartas que escribió a los miembros de la generación fundadora: cartas a los superiores y miembros individuales: estas son cartas publicadas por el P. Alt y las cartas de la correspondencia de las Madres María y Josefa con el P. Arnoldo, publicado por Sr. Ortrud Stegmaier, SSpS. Decidí dejarlo hablar tanto como sea posible.
En esta breve hora de reflexión, intento hacerlo de esta manera:
Primero los invito a reflexionar sobre el hombre Arnoldo Janssen, desde el punto de vista de su propia comprensión. Porque esta es la raíz de su manera de hacer discernimiento. Después de eso, miraré los principios que siguió en el proceso de discernimiento y que surgieron de su auto-entendimiento básico. Los principios son como un esqueleto que tiene que recibir carne: es decir, las palabras del P. Arnoldo y algunos otros miembros de la generación fundadora que traigo como ejemplos.